Día de la Madre.

Buenas tardes, lectores. Este domingo celebramos el Día de la Madre, y bien celebrado está, puesto que es un elogio a quien nos ha dado la vida y a quien se la ha dado a otros. La palabra «incondicional» quizá sea la más acertada a la hora de describir el amor de una madre, aunque es obligación moral de los hijos corresponder en la mayor medida a este cariño, cuidado y protección que nos proporcionan hasta cuando nos toca cuidarlas.

Desde las ofrendas a Rea, quien a riesgo de su vida salvó a su hijo Zeus de morir devorado por su padre, el titán Cronos, desatando el origen de la creación de la raza humana —según la cosmogonía de la mitología griega—, hasta nuestros días, honramos a las madres, a las que tanto debemos.

Servidor leía libros a su madre cuando esta, gran lectora, era incapaz de sostenerlos; de igual manera, les propongo regalar (y si es necesario, leer) a las mamás un buen libro con el que, además de entretenerlas, las ilustremos a base de conocimiento disfrazado de entretenimiento. No les voy a engañar, la recomendación que les hago es interesada, pero no por ello exacerbada ni mucho menos incorrecta, y es que tanto Aventuras de la Historia como El arte de cuidar la mente, tienen todos los ingredientes para pasar un buen y fructífero rato.

Para quienes tengan pensado ser mamás (o papás, y quieran contribuir con la salud de madre e hijo desde los primeros momentos) o lo hayan sido recientemente, también les recomiendo esta fantástica obra en la que podemos contar con la evidencia más actual y de calidad.