Parece ser que…

«…la narración de Robinson Crusoe se inspiró en dos casos reales: el del escocés Alexander Selkirk y el del español Pedro Serrano177, que procederé a relatarle en las líneas venideras.

En 1526 un patache178 en el que navegaba nuestro protagonista cubría una ruta desde La Habana hasta las costas de Colombia, a las que nunca llegó. Durante la travesía, se desata una tormenta que deja al garete la embarcación179, provocando finalmente su naufragio. De este desastre únicamente se salvaron seis supervivientes que, encomendándose a su último aliento, pudieron llegar a nado a un arenal cercano (hoy conocido como isla Serrana, en honor a nuestro Robinsón castizo)».

Aventuras de la Historia (Valero, 2024)

177 – La mayoría de autores que se manifiestan al respecto, coinciden en que Defoe escuchó la historia en uno de sus viajes a España y se basó en ella para la creación de su novela Robinson Crusoe, una lectura divertida y recomendada con sus semejanzas y diferencias de la aquí propuesta.

178 – Un patache es una pequeña embarcación a vela con solo dos palos, ligera y de poco calado, ideal para transitar aguas someras. Inicialmente destinada al combate, esta embarcación polivalente también desempeñaba, como en este caso, fines mercantiles, de correo y transporte de objetos.

179 – La expresión «irse al garete» probablemente provenga de la locución náutica «quedarse al garete», que se usaba cuando una embarcación quedaba a la deriva y/o sin rumbo, y se perdía. Coloquialmente se usa (o se usaba, me temo que estoy delatando mi edad) como sinónimo de mandar alguien a tomar vientos, es decir, sugerir al prójimo que se pierda, otra expresión que también podría venir de la maniobra que efectuaban los barcos cuando se distanciaban para la búsqueda de vientos favorables.