Describir la obra es una acción que puede transitar dos caminos: el objetivo y el subjetivo, aunque pueden ofrecerse tintes de ambos siempre que vengan precedidos por su distinción, para que el lector conozca allí donde el subjetivismo se impone mediante los gustos individuales. Esto último vendría a formar parte de lo que el lector opine, por lo que me centraré en la dimensión objetiva donde, grosso modo, hablamos de un libro divulgativo donde el rigor actúa como blasón, no sin ello perder el carácter entretenido e instructivo que ofrece la realidad, de la que beben muchas de las grandes obras de ficción.
Por ello, mi intención es hacer presente aquello de que la realidad cuenta mejores historias que la ficción, animar al lector a que se interese por las aventuras que narra la historia y construir un hábito que a la par de divertido sea constructivo. Además…:
“Con este libro que sujeta en sus manos, tiene la posibilidad de obtener la llave de plata de la que hablaba H.P. Lovecraft, para llevarle a experimentar diferentes aventuras desde la tranquilidad de su hogar (o lugar de lectura). Será transportado por el tiempo y el espacio sin que ninguno de ellos impacte en usted; con su imaginación trazará senderos que le llevarán a lugares ignotos para acompañar a valientes exploradores; podrá arrojarse contra el filo de la espada como Catón, pero sin sufrir daño alguno; alcanzará la gloria y la trascenderá. En esta obra tiene la herramienta que le permitirá viajar allá donde su imaginación –quien pone los límites- le permita”.
Y es que…:
“En las líneas que van surcando este libro, usted leerá un sucesión de historias principales que a su vez darán lugar a otras historias, anécdotas, curiosidades, serendipias y definiciones, en una especie de anamorfosis que se entiende si se mira (o se lee) desde la perspectiva adecuada. De esta manera, he querido escribir tal y como leo, buscando la explicación para algo que no entiendo, ampliando aquello en lo que deseo profundizar y aspirando a un rigor sustentado por fuentes fidedignas que ahorre horas y horas de investigación.”
(Valero, 2024)
