Embarazo seguro, posparto responsable

Como se sostiene férreamente en la ‘Guía de ejercicio físico y alimentación en el embarazo y el posparto’, ponerse en manos de pseudoprofesionales o profesionales abducidos por criterios basados en sofismas, es abrazar la posibilidad de no solo no hacer lo correcto en estas etapas tan maravillosas e importantes de la vida, sino también caer en prácticas que puedan conllevar perjuicios. Aquí no solo entramos en lo obvio o mayormente conocido, sino también en imposturas que se defienden como axiomas, entre los que pueden citarse…:
«…algunos componentes que vienen acompañados siempre de adyacentes como «natural» u otros epítetos utilizados con el fin de otorgar fiabilidad y/o calidad. Como si una Amanita phalloides o el veneno de una serpiente taipán fueran elementos sintetizados en laboratorio; natural no es sinónimo de bueno, así como bueno tampoco lo es de natural. Este aspecto resulta tan evidente que no se va a incidir en él, aunque sí se recomienda consultar al personal médico sobre alimentos, medicinas o «remedios» específicos que pudieran tener alguna interacción o supongan algún tipo de daño para madre e hijo.
Se recomienda una toma de medidas para evaluar el estado emocional de la madre, principalmente entre 10 y 14 días después del parto (aquí no se debería descuidar el estado del padre ni dejar de…»
(Valero, 2025)